Tras la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, científicas y profesoras de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción se unieron para comentar, en sus palabras, la importancia de dar a conocer el trabajo de mujeres en esta área, además de potenciar y estimular la curiosidad desde la niñez para una participación en las comunidades de ciencia y tecnología.
Corregir los desequilibrios
A nivel país, solo un 38% de mujeres chilenas trabajan en actividades de investigación y desarrollo (I+D), uno de los porcentajes más bajos en Latinoamérica. De acuerdo a datos proporcionados por el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, la brecha inicia tempranamente: 1 de cada 4 matrículas de áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) son de mujeres, lo que se traduce en un 33% de matrículas de primer año.
Para la Dra. Soraya Gutiérrez, bioquímica y decana de la Facultad de Ciencias Biológicas, se debe corregir el desequilibrio desde la niñez. “Normalmente se les dice a las niñas que no pueden hacer ciertas cosas o que tienen menos habilidades para otras y eso tenemos que cambiarlo definitivamente”, señala la primera mujer decana de una facultad de ciencias en toda la historia de la centenaria Universidad de Concepción.
En ese sentido, “tanto niñas como niños deberían tener las mismas oportunidades y un ambiente seguro y estimulante para desarrollar sus capacidades. Las primeras acciones tienen que apuntar a cómo tratamos a los más pequeños”, recalca la científica.
Reconocer a las mujeres en ciencia
La Dra. Roxana Pincheira es la directora de Investigación de la Facultad de Ciencias Biológicas y reconoce que su experiencia ha sido alentadora, gracias al hecho de contar con mujeres referentes, tanto a nivel internacional como local.
A nivel internacional recuerda cómo fue conocer a la Dra. Susan Leeman, miembro de la Sociedad Americana de Ciencias, a quien se le considera la fundadora de la neuroendocrinología. “En esos años donde las mujeres en ciencias no eran bien vistas, tuvo varias batallas que vencer en el trayecto de su carrera. Pero hasta el día de hoy, que ya debe estar cerca de los 90 años, sigue en pie con esto”, puntualiza la investigadora.
A nivel local, la científica destaca a quien fue su tutora de tesis de pregrado en el área de neuroquímica, la Dra. Isolde Rudolf, “a quien temprano admiré por su pasión por la ciencia”, manifiesta. Asimismo, destaca el rol de la Dra. Maruja Imschenetzky, pionera en el desarrollo de la investigación en el área de biología molecular en la Universidad de Concepción y quien obtuvo el Premio Municipal de Ciencias. De igual forma, recalca el espacio en la Facultad de Ciencias Biológicas. “Ese es un logro y a la vez una alegría: sentir que no ha habido barreras para que sea reconocido y apreciado el trabajo que realizamos las mujeres científicas”, añade.
Derribar las creencias hacia la ciencia y los estereotipos de género
A partir de su experiencia personal, la Dra. Carola Bruna, bioquímica y subdirectora de la Dirección de Docencia de la Universidad de Concepción, comenta sobre las creencias hacia la ciencia y los estereotipos de género.
La Dra. Bruna es la primera científica en una familia en la que las ciencias pasaban desapercibidas. Ante esto, señala que “es difícil para padres y familiares promover y darse cuenta de que hay un interés científico cuando no hay contacto con la disciplina. Ahí surge la importancia de instituciones como Explora y de los profesores escolares en poder detectar y ayudar a motivar a las jóvenes que tengan interés por la ciencia”. Con relación a los estereotipos, la docente comenta que “no se trata de los presentes cuando se es niña, ya sea a través de juguetes o actividades extraprogramáticas, sino también de después, del tipo de rol que una automáticamente asume porque es el que se ha enseñado”. En ese sentido, “hay que darle un mensaje a los padres y madres, que estén conscientes de estos estereotipos. Está en sus manos cambiarlo y ofrecer este camino a sus hijas como una posibilidad”, señala.