Desafíos para la nueva cartera del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Conocimiento de Chile

Vincular la investigación científica con el sector productivo es, tal vez, una labor fundamental, pero al mismo tiempo titánica, para quienes nos dedicamos a la investigación en las diferentes áreas científicas. Sumarle a esto el desafío de articular al mundo científico, público y privado durante la pandemia de Covid-19, sin lugar a duda significó un trabajo arduo para los distintos actores en las ciencias y en el sector político. Y es más que seguro que seguirá siendo una de las preocupaciones para la nueva cartera del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Conocimiento de Chile, recientemente anunciada por el presidente electo, Gabriel Boric.

El Ministerio es un organismo joven, recién el 13 de agosto de 2018 se publicó en el Diario Oficial su creación y se le encomendó al biólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Doctor en Biología Celular de la Escuela de Medicina Mount Sinai, de Nueva York y posdoctorado en Neurociencia de la University College London (UCL), Andrés Couve, la labor de coordinar la cartera.

En medio de la peor pandemia que ha visto el mundo desde la gripe española, se logró levantar la Política Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación 2020-2022. Entonces, como científicos e investigadores, cabe preguntarse qué nos deparará la nueva hoja de ruta.

Es necesario un impulso para poner a la Ciencia en el lugar que le corresponde, ya lo dijo el nuevo ministro, Flavio Salazar, quien se ha desempeñado como investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) y vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile. ¿Cuál es ese lugar? ¿Es la ciencia una herramienta o un pilar fundamental para la generación de conocimiento y, por tanto, para establecer un modelo de desarrollo?

No hay respuesta incorrecta, la ciencia son ambas cosas e incluso más. Desde esta vereda, como parte del ecosistema de la ciencia y tecnología, esperamos con ansias el momento en que corresponda el diálogo con las universidades, instituciones claves para la generación del conocimiento y el desarrollo. Hay varios temas en la mesa: la necesidad de disminuir la brecha de género —porque una fuerza laboral diversa y talentosa aporta en el desarrollo sostenible de una sociedad—, la descentralización de la investigación en Chile —que favorecería la atracción y retención de capital humano avanzado a universidades y centros regionales—, y también la de mejorar las condiciones de los jóvenes que trabajan en ciencia, porque investigar es un trabajo a tiempo completo y la inestabilidad económica y emocional afecta dicha labor. Para incentivar a más jóvenes a elegir una carrera científica es urgente reducir las incertidumbres con las que nos enfrentamos al inicio de nuestras carreras.

Dra. Roxana Pincheira

Directora de Investigación de la Facultad de Ciencias Biológicas- UdeC

 Académica del departamento de Bioquímica y Biología Molecular FCB

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